lunes, marzo 30, 2009

Silencio Incomodo

Mira. Y empezó hablar de sus cosas, proyectos, trabajos, de la U y como todo esto la tenía agotada. Súper normal todo, de hecho, no era una gran conversación , pero ahí estábamos. – Bueno, la cosa es que el tipo me handa jotiando, hace días, pero yo no quiero nada…
- ¿y?
- La cosa es que me gusta, pero…
- y quieres que te de un consejo. (lo que me afirma con la cabeza) La quedé mirando largo rato. A los ojos. Silencio incomodo. No hizo ningún gesto de protesta, cuando ya se volvió incomodo incluso mirarnos, me paré. La hice pararse y la encamine hasta la puerta. Ella pedía alguna explicación. – Adiós. – y vio como la puerta se cerraba en la cara.
Que se creía , no podía ser tan cara de raja. No podía . Mas tarde salgo. Mas tarde, después después de como media hora. Salgo. A fumar y me daba vueltas y vueltas la conversación. La puerta cerrarse. Su cara. Sus ojos, tratando, buscando algún consuelo. Saco el encendedor. Sale la llama y se escucha, como el papel del cigarro junto al tabaco quemándose y comienzo a caminar. La ciudad esta mas silenciosa que nunca, está cambiada. Tanto, que el foco, ese que se apagaba, cada vez que uno pasaba, ya no lo hacía. De hecho, ya no se apaga, ni siquiera para un alma perdida, mostrándole el futuro más Próximo. Adelantando su oscura suerte, como tantas lo hizo conmigo. Le tome cariño.
Llego a un puente. Un escenario ya conocido. Ahí estaba ella, como si supiera, que tarde o temprano iba a ir, como si nos hubiéramos quedado de acuerdo. Silencio incomodo. Porque tiene que ser incomodo nuestros últimos encuentros. Me gusta. Me gusta que sea así. Sufrido.
- ¿Cómo Supiste?
- ¿Te sorprende?
- ¿Qué haces aquí?, al parecer de su reacción, no le gustó mi pregunta. Algo violenta.
- ¿Qué?, ¿qué hago?. ¡Invesil!. Me empezó a golpear manotazos. – Crees que es fácil. Mirándome seco a los ojos.
- Al parecer… ¿dímelo tú?
- ¿Crees que cerrando la puerta vas a solucionar el problema?
- Yo no estoy mas para eso. Lo siento.
- ¿Y qué saco con eso?
- En todo este tiempo, no lo sé.
- Te vas… (quedo un silencio. me descoloco su respuesta)
- Pero nunca fue un impedimento, pero nunca jugaste directo.
- No puedes decir eso.
- Y ¿él?
- Ahora (una pausa). Es una wueá
- No, nos hagamos los wns. Y Felipe.
- No lo sé. Me confundí. Nunca te importo…
- Ni siquiera te inmutas que lo sepa, y ni siquiera te importo esa noche. No puedes ser tan cara de raja. Esa y esta noche. Creo que es eso lo que me enoja. Andas como si nunca halla pasado nada, con todo y no quiero ser el que arreglas tus cagadas. Ya no. Tampoco quiero serlas.
El río suena. Pasando… dejando en claro su silencio. Le dí un beso. Fuerte, mas que nunca. En dos horas mas, estaba en un bus, en dirección a santiago. No pude dormir esa noche.

miércoles, marzo 25, 2009

Confesión

Debo confesar algo... "nunca me atreví a estudiar lo que siempre quise ser"



Bibliotecario.

lunes, marzo 23, 2009

Territorio

Si hoy llegue a la U y con las tipicas.... "sos cara'e raja pos oye, una semana pos wn y pelao". Si que pare en seco los comentarios y dije: los pollos entran en la primera semana, y para que nadie me wuebiara marque territorio. Si meé un arbol de la U.