domingo, abril 05, 2009

Caos.

No sé con exactitud que pasó aquel día. Pero de seguro, ya nadie quiere hablar. Algunos dicen que el encargado de encender la luz, pero no cualquier luz, sino que de la torre Entel, se enfermó. La gente se desesperó. No sabía lo que estaba pasando. No sabían donde tenían que ir. Que era el oriente o el poniente. Gritos. Llantos. La gente comenzó a bajarse de sus vehículos. En un acto desesperado, grupos de gente, de cualquier clase, se juntaron al medio de la alameda. Los mas creyentes, a rezar, otros solo se consolaban, nadie quería estar solo.
En la torre, se dieron cuenta del error y la encendieron. Todo mas claro , la gente se quedó mirando y pensaron en lo estúpido de sus reacciones. Desde ese día, la gente empezó a salir con linternas. Solo por si acaso, solo por si acaso.