Encierro

La blanca montaña iluminada por la luz de la luna
nos acorrala y de fondo suenan las voces de miles de personas
que se vieron plasmadas en un video, en canciones atrapantes
profundas de historia y folk.
Aquel gato, que corre por la orilla de una pandereta
como escapando del frío eterno, como encontrando su vida
pero el recuerdo sigue y nos abraza, no nos deja
y se aferra desesperadamente, como uno de sus últimos actos.
Desesperado, casi locuaz de chicos que intentan, que intentan
cambiar un poco las cosas, un poco cálido, un poco con temor.
Pero las montañas nos recuerdan, nos miran
que no hay escapatoria, que no hay salida y representan
lo acontecido y tiene pena y tiene pena, pena
y se va acumulando y es testigo y presente y particular
y se disfraza y lo oculta y nos deja y nos deja
a oscuras, en silencio, en blanco y negro y a color.