Pequeñas, sencillas, directas.

Talves no logre palabras sencillas, ni sea las mas adecuadas, como algún solo o melodía de que alguna vez escuche en vivo de los protagonistas, pero que volveré escuchar y que espero con ansias.

llegó crudamente el frío a la ciudad, ciertamente me acuerdo de muchas cosas. Situaciones. Luces. Tragos. Postes. Conversaciones. Bailes. Amores. Palpitaciones. Tú. Guitarras. Cigarros y claro música, música e inevitablemente suena en mi cabeza Sui Generis, sus letras. Tú y como todo esto me conecta al pasado, talves un pasado mejor, donde alguna vez me apropie de sus letras, tomándolas como mías, pero desde luego y te dejo en claro, que de ti no se trata. No te creas tan importante. Ya no.
Con todo esto y sus letras, su música que me embriaga cada momento, no puedo no acordarme de tres talentos jovenes de donde vengo. Temuco. Claro que hay mas, mucho mas, pero de ellos en particular. Talves porque me siento con un poco mas de derecho, de poder escribir de ellos. Martín, Marcelo y mi hermano. Yito. de ellos me acuerdo individualmente y porque no, cuando estaban juntos, explotando, en distintas épocas y sus letras, sencillas, pero que con el tiempo se han hecho, talves, profundas, pero lo que si puedo decir, significantes, necesarias. Son de ellos, son de aquellos, y todo una familia, victor, barriga también.
Tuve la oportunidad de ver o de escuchar sus comienzos. A martín una vez enfermo tomó la guitarra y no paro mas. Yito, por ser mi hermano, fue inevitable este momento. Marcelo, ya tarde lo conocí, pero si note el aprendizaje interior. Pero con el tiempo estos personajes, se volvieron importantes, de voca en voca. es inevitable no saber sus canciones.
Ellos cumplian un sueño, de el que nunca pude hacer, pero mas que eso, porque cualquiera toca y canta, pero nadie hace futuro y en ellos los hay.
Embriagado, los alento, los quiero, los necesitos, los viajo.
Espero que algún día, con sencillas y ambiciosos tonos, pueda lograr lo directo. Aunque talves ellos no encuantren seguridad en el momento tal (aunque ahora no), demuesten como esas pequeñas calles frías y agusto solitarias, se llenen de voz, como aquellos pequeños descubrimientos.