sábado, abril 23, 2011

Pequeños y fugaces encuentro

El simple olor a tierra mojada me trae canciones ya pasadas. Hace tiempo no caminaba por acá. Me alegra estar acá, bajo faroles inexistentes, conversaciones lejanas. Acordes y malas trompetas, que alguna vez fue Jazz. Respiro y miro, como ajeno, de otro corte. Extranjero.
Así es como van pasando las horas, como volviendo a ver esa antigua película de Fellini, donde el paso del tiempo, es como un sueño que traspasan años. Viajar volando en estos lugares de frías micros, lluvioso pasaje, te encuentro, cerca de la plaza del fin del mundo. Donde alguna vez nos miramos tanto. Pero acá estamos, mas cansado, mas con el tiempo.
- ¿Que estas haciendo por acá?. -me contesta la Nicol, tras mi saludo.

Fue raro. no esperaba verla, menos a ella, menos de bajo de ese farol. - Salí un rato a pasear. Siempre me a gustado Temuco a esta hora... oye, pero ¿como hay estado?. -La miro fijamente, pero me desvía rápidamente la mirada. - ... y ¿que haces a esta hora, caminando por la lluvia?
- Salí un rato a relajarme. Estaba un poco encerrada, no sé. La verdad, es que, ha estado raro el tiempo, pero como tiempo y la relación con él. Mas bien la concepción de este mismo y como todo se vuelve... relativo. no sé, una volada, que tengo como hace tiempo. - Me mira en la última parte y cierra un poco los ojos, como si le llegara mucha luz. Su mirada se pierde en la oscuridad del fondo.
- Si te entiendo. Pasa el tiempo, en tu cuerpo también pasa... pero como persona, madures, o el mismo hecho, como de asumir psicológicamente que tengo mas edad, pero a veces, no sé, todavía tengo 21.
- Claro. me responde. -Y ¿tú?, ¿desde cuando que estai?. ¿qué tal Alemania?
Mientras trato ordenar mis ideas, para contestar todas esas preguntas, ella me hace una seña pa que caminemos, bacilo un poco, pero finalmente, saco un pito y le ofrezco, me acepta con la cabeza. Me pide encendedor y se lo lleva a su boca, aguanta y vota con violencia el humo. - Alemania... es diferente, lo pase bien, estuve trabajando allá, estaba en una productora. Filme un par de cosas allá... pero nada... un día me cansé. me vine, para ver que onda, aunque es poco un pequeño tiempo, vacaciones, se pueden decir y aproveche de venir, ya eran como...

- Siete años. Me interrumpe al seco.
- ... si, como siete años. Bueno, me hacia falta esto, estoy mas tranquilo, acá fluyo, en muy pocas partes creo que puedo decir esto, que fluyo, con esto. La lluvia cada rato me sorprendo mas. Siempre me gustó escucharla. Me entrega el pito y seguimos caminado, hasta llegar a la plaza, donde se resumen nuestras vidas y quizás terminen al final.
- ... me acuerdo, que te gustaba... Oye y ¿qué tal con tu esposa alemana?.

Por primera vez me mira fijo a los ojos. Veo reflejarme en ellos y me pierdo, como siempre me perdía, en sus ojos negros, como la noche, en mirada dura como de piedra.
- No nos casamos al final. La relación estaba muerta hace tiempo, pero como solamente nos acostumbramos a estar, ya no sabíamos como vivir de otra forma... No sé, todo fue muy raro. A la Bianca, la pille tirando con otro. Ahí tomé una decisión, pero ella después estuvo mal, psicológicamente se fue a la mierda. Fue fuerte y como que también vengo, como arrancado o descansando de todo eso..
- lo siento...
Deja de llover y saco un cigarro, me detengo en el sonido de la piedra del encendedor y como es el primer sonido entre papel y tabaco consumiéndose. nos sentamos encima como de una banca de cemento, fajo ese farol, que no hace nada mas que alumbrar el encuentro de viejos desconocidos, la costumbre y el viejo respeto los hace dure un poco mas, esta incomodidad nostálgica. Nos quedamos mirando, como si buscáramos el tiempo, como si buscáramos respuestas o una carta, como del monopolis, avanzar sin caminar.
- Estuve en Alemania. Me dice, en un tono de perdón, que lo siente, como una confesión terrible.
- ¿cuándo?
- Hace como tres años.
-... y ¿por qué no llamaste?
- ¿por qué tenía que hacerlo?, ¿para qué?. Ya no, nomás.
- ¿Que se supone que tengo que hacer con esto?
- ¿No sé?
- ¿Por que ahora?
- ¿Ahora que?, weón.
- ¿Por qué siempre te rendiste antes?
Me queda mirando, sin decir nada, vuelve a perder la mirada y me concentro en sus labios y comienza hablar.
- No fue fácil... y tu no estabas. nunca estabas, nunca.
Me fijo como sus labios van cambiando de forma al hablar, están en un primer plano. Plano detalle, descanso en esos. Luego la miró en seco a los ojos y le digo: - Pero aquí estoy. sonríe sin fuerzas, me da un beso y se va. La veo alejarse, perderse entre árboles, dejándome el silencio. Dejándome entre sonidos de trailers, entre agua corriendo. Desierto.

2 comentarios:

Dinsmoor dijo...

Siempre tengo la sensación de que es mejor ese silencio que lo otro, todo ese torbellino si la persona no se marchara o si uno saliera detrás a buscarla.
Tan lindo es fumar con lluvia...
Un beso, Tonchi.

ignacio dijo...

...fajo ese farol, que no hace nada mas que alumbrar el encuentro de viejos desconocidos...

pienso que podría ser de noche en temuco, el humo y la luz naranja, la neblina o el recuerdo de ella, no hay casi ruido, la humedad y el silencio.