miércoles, noviembre 17, 2010

Paulina (Parte IV)

Tocan el timbre desesperadamente. Rápidamente vuelvo abrir.

- oye, contesta el teléfono - Me dice el jota.

El jota, la coni, la carla, la negra y el pelao, en la puerta.

- Puta… perdón… no cache - Le respondo

Se sientan en el living. Estamos nuevamente como todos los meses. La negra va al balcón, donde estoy yo y me pregunta como estoy, que sabe que algo me pasa…

- No lo puedes ocultar, tienes los ojos menos mentirosos que conozco

- Puta… no cacho bien. Terminamos con la Paulina y no sé. Estoy como si no me afectará, pero en cierto sentido si.

- Pero… ¿cómo así?

- … y tu ¿Cómo estas?, ¿todo bien?, ¿cómo esta el benja?

- Si todo bien… ahí esta saltando por todas partes. -Le brillan los ojos cuando habla de él. –Cachay que el otro día el benja encontró una foto que apareces tu. Son de hace tiempo… cuando fuimos a Valpo.

- Hace tiempo…

- Si… hace bastante… si que el benja la tiene guardada. Lo peor, fue cuando se la mostró al Felipe…

Hubo un pequeño silencio, que es interrumpido por el cel de la negra, que lo saca del bolsillo trasero de su pantalón y sigo el recorrido hasta quedarme en su boca. Contesta. Se aleja de donde estoy, para hablar mas tranquila.

El jota con la coni, llegan al balcón, piensan en un momento que nos están interrumpiendo. Pasan al lado de la negra que discute por su cel.

- Me estaba contando la jaja, que habías terminado con la Paulina - Me dice la coni

- Sí… hoy en la tarde. Respondo

- … y ¿que onda?, ¿cómo fue la wuea? - Me pregunta el jota.

- Si no quieres hablar del tema, no te preocupes – Interrumpe la coni.

La negra me lanza una mirada a lo lejos y la desvía para poder seguir conversando.

La noche esta despejada y de lejos se ve un tumulto de gente llama la atención de la coni. El jota se pone a un lado de la coni que esta mirando al tumulto con una concentración impresionante y luego tan fácil desvía la mirada hacia el mar de luces que se estrella con el mismo horizonte.

- Creo que fue grave el accidente – Dice la coni algo distraída.

El jota pasa delicadamente su brazo bajo el hombro de ella. No se miran, ni reaccionan. Se escucha el pelao del living ofreciendo uno. La coni con el jota entran. Los sigo. La negra me hace un gesto de espera, pero la discusión tiene un tiempo más y me dice que va al tiro. Le pregunto si esta segura. Solo hace el gesto con la cabeza.

En la radio suena “bienvenidos al tren”. La Carla comenta lo mucho que le gusta la frase “recoge tus cosas y largo de aquí”. El pelao de adelanta diciendo – Al nico ahora no le debe gustar mucho. La jaja y él se ríen. Llega la negra y la Carla le pregunta si todo esta bien.

- Sí. Todo bien – Responde.

- ¿Segura?

- O sea… peleé con el Felipe de nuevo, pero todo bien.

- Ya… para que nos vamos a poner tristes, si podemos hacer todo lo contrario – Se adelanta el seba.

La vida da vuelta de mano, en mano, todos tratando de darle un beso a la vida, que resbala y vuelve de cuando, en cuando y las risas con un poco de valentía saltan y bailan junto con el humo y la música y con este, bailan las horas y gana el cansancio.

Me quedo con la negra en el balcón solos y me pregunta, que hubiera pasado si nunca le hubiera presentado al Felipe. Se detiene el tiempo y todo a su alrededor nuestro. La tomo de mi regazo y se acurruca, como un niño y comienzo acariciarle su pelo y con mi dedo voy dibujando su rostro…

- Creo que hubiera sido un poco así… como estamos ahora.

- y ¿Paulina?, ¿crees que terminó para siempre?

- Paulina esta muerta.

Me mira sorprendida a mi respuesta – Pero no puede terminar así. Dale otra oportunidad… como a mí…

- Cuando salió en la tarde. Me fui al balcón a ver si esto podía cambiar. No quise bajar… y nos quedamos mirando a la distancia…

Se aparece la cara de Paulina a contraluz y me quedo en el reflejo de sus ojos. Esos ojos donde me podía ver reflejado y me refleje tantas veces….

- … y ¿qué pasó? – interrumpe

- Ella me mira desde lejos y levanta un brazo y me lanza un beso a la distancia… yo… yo trato de advertirle con los brazos… pero ella no entendió. No pudo…. Un auto rojo venía rajado y se pasa el semáforo y solo escucho el ruido de la llanta contra el pavimento… Salgo y ahí estaba. Llamo a su familia y la acompaño hasta el hospital. Esta muerta. Así…

- Por eso no contestabas el celular…

Me abraza con fuerzas y me besa. Nos comenzamos a desvestir y me aferro a sus pechos, a sus tiernos pechos y ahí nos quedamos. En la oscuridad y silencio eterno, como ahora lo esta Paulina.