domingo, agosto 13, 2006

Somos tontos, no pesados



Después de, llueve sobre mojado y llueve sobre la ciudad, preferimos el “camino” al éxito y que mejor que hacerlo tu mismo (o sea yo) a ver los tres. Partimos con rumbo fijo, los tres a ver a los tres, José, chico y mi persona presente en el caber espacio, ya que somos pobres y no pesados, accedimos, solo a platea y unos “locos” no estuvieron molestando de que ellos iban a ver de cerca, pero repito nos creyeron tontos, nos creyeron pesados igual queríamos llegar a estar en su lugar.
Ya que había una reja de separación y de discriminación social, entre nosotros y ellos, simbolizado por la reja, nos convenía a nosotros y a la comunidad “platerencial” pasar esa reja y ver totalmente de cerca de los tres, abrimos la reja, ese era nuestro plan y para ejecutarlo, teníamos que esperar, que empezara… bueno eso tardo un poco, bastante, para el publico, ya no aguantaba mas, querían a Parra, Henríquez, Titae en el escenario, para recordar y revivir con toda su música y como influyó y sigue influyendo en nuestras vidas.
El ambiente se ponía cada vez mas tenso y nuestra barrera ya empezaba a temblar y fue ahí cuando, se apagaron las luces, ya no había reja y la gente se mezcló y se hizo una… ahí estaban nadie lo creía (por lo memos yo), nuestra espera valió la espera. Somos tontos, no pesados, empezó a salir de nuestra boca y se llenaron nuestros oídos, todos felices. El calor, la gente, saltos, algunos golpes, la gente coriando y nosotros.
De ahí vuelves a ser niño a recordar nuestro pasado y vivir el presente, esto señores estaba recién empezando… lo mejor que era en vivo, no como tantas veces escuchamos en el famoso cassette, que se hecho a perder de tanto escucharlo, pasaron por sus inicios hasta sus ultimas canciones, escuchar Sudapara, Traje desastre, Bolsa de mareo e incluso Bip bip, fue notable.
Se notaban unos tres un poco mas viejos, pero mas maduros, espontáneos y sobretodo que disfrutaron arriba.
Al tocar todas sus canciones presupuestadas, como llegaron se fueron, nadie entendía nada y el publico se hizo uno, solo para gritar: otra, otra… no nos vamos ni cagando…
O el infaltable ohooO ohooO… hubo algunas quejas, pifias y sin darnos cuentas volvieron a deleitarnos, con los que saben hacer mejor… música, no se cuantas horas estuvieron tocando ni tampoco me interesa, solo que esta oportunidad no la voy a olvidar.
Al terminar, el baterista (no se su nombre, muy bueno por lo demás) tiró sus baquetas, por su puesto que José Rubien (no se como se escribe) la agarro…
Esto fue señores los tres y no hay mas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

los tres: increíble.

el público: una masa irregular en que sudor, baile, canto y un par de gritos que, si bien eran más desgarradores que musicales ni siquiera eran oídos por sus propios ejecutores, se hicieron uno. y bailaron y cantaron hasta que todos coincidieron en que era suficiente. y se fueron a sus casas, a escuchar un cassette, tomarse un café y quizás bailar un poco.